lunes, 27 de abril de 2015

algo sobre mi (no es parte de la historia)

gente que lee mi blog quiero decir algunas cosas sobre mi sobre por que yo no inicio una historia y continuo las de otras personas:
1 tengo un trastorno bipolar emo
2 me entristece ver que las historias no acaben bien y que abandonen su blog
3 estoy lastimada de la pierna
4 estoy deprimida por que me rechazo el niño que me gusta TT-TT
5 falta de inspiracion
etc

y aqui les va una foto de como soy yo enrealidad

 
 jeje  me la acabo de tomar

se que me veo mal pero es por todos los problemas que eh mencionado

3 la casaca y un dia con el


Después de oler un poco la casaca de Sonic se dio cuenta que el sofá estaba desordenado, dejo la prenda en la mesa del centro y se puso a ordenar. Grito el nombre de su madre y no respondió, ahí supo que no estaba. Termino eso, tomo un té y se fue a su cuarto, la cama estaba destendida y su cajón de esmaltes abierto. Sin duda había sido Sally, un esmalte celeste destapado en la mesa de noche la delató. Arreglo un poco, se puso pijama y se echo a la cama, pasaron cerca de 2 minutos antes de que salte como un resorte para correr hacía la sala, había olvidado la casaca de el chico de sus sueños. Subió y se acostó acurrucándola, se iba quedando dormida con su aroma entrando por sus fosas nasales, solo un poco más de volumen y parecería el Sonic original. Cayo en un perfecto sueño, todo era perfecto en ese momento hasta que su mama ingresó a su cuarto y le hizo dos preguntas que la dejaron helada…

Madre: ¡Hija! ¡Hija levántate! 

Amy: ¿Umhhh? Dime má, buenas noches. *adormilada* 

Madre: ¿Y Sally?

Amy: ¿Que tiene ella?

Madre: La vi entrar cuando fui a comprar, pensé que dormiría aquí.

Estaba demasiado cansada como para explicar algo o contar lo que había pasado, aparte de eso, no quería perder ni medio segundo más con su madre. Quería volver a ese sueño perfecto con Sonic, con Sonic y su casaca, así que respondió…

Amy: No, no lo hizo, ya se fue.

Madre: Oh, está bien. Y Amy, ¿de quien es esa casaca azul que estas abrazando?

¡Demonios! Lo olvido, su madre no podía saber que era de Sonic, se armaría un lío gigante. Nunca le gusto que le presten cosas de hombres porque después se las piden de vuelta o les queda debiendo favores, solo le quedó decir…

Tú: Es de Sal, mama.

Madre: ¿Y Por qué huele a hombre?

Amy: ¡Aaahh! -Gruño- ¡Que chismosa!

Madre: Más respeto Amy.

Amy: Es del hermano de Sal mamá, se le quedo olvidada.

Madre: ¿Y porque la tienes abrazada?

Amy: ¡No lo puedo creer! ¿También me vas a preguntar por qué respiro?

Madre: ¡Que agresiva! Mejor hablamos mañana.

Tú: De acuerdo, adiós *tapándose con la sábana* 

Su madre salió de su cuarto y ella volvió a soñar con Sonic, con una vida perfecta a su lado, ¿como había pasado? ¿Como se había enamorado tanto de un chico? Eso no importaba ahora, solo quería seguir soñando así que cerró los ojos y lo próximo que oyó fue su alarma que avisaba que era hora de tomar un baño para ir al colegio. Se levanto mucho más feliz que cualquier día, incluso más feliz que en su propio cumpleaños, levantarse y sentir el olor de Sonic, su sueño fue tan perfecto ¿Cómo los sueños parecen tan reales? A veces lastima el darse cuenta que es falso y solo pasa en tu cabeza, pero este no era el caso, tenía certeza firme de que esta vez sí pasará, de aquí a unos años sería la señora Amy de Maurice. Dejo de pensar en eso y se metió a duchar, como dijo anoche, se puso a pensar cómo arreglar el problema con Sonic. ¿Qué haría si le preguntaba? Había terminado de ducharse y aún no tenía la respuesta, ¿excusas? No había, ¿decirle la verdad? No era una opción, este secreto debía seguir siéndolo hasta que las cosas se calmen un poco, pensaría de camino al colegio, por el momento debía cambiarse y tomar un buen desayuno. Presentía que sería un día largo, todo iba en calma, estaba desayunando muy tranquila cuando empezó el caos. No sabía porque pero sentía que sería solo uno de muchos en el día, su madre empezó con las preguntas de nuevo…

Madre: Buenos días Amy, ¿qué tal amaneciste?

Amy: Muy bien, ¿y tú?

Madre: Bien, bien. Ahora sí, ¿me puedes explicar lo de ese polerón azul?

Amy: ¡Ya te lo dije! Es del hermano de Sal.

Madre: ¿Y porque la abrazabas?

Amy: Porque, porque… porque quise, ¿está bien?

Madre: ¿Solo por eso? Amelia Rosette, ¿no me estas ocultando nada verdad?

Amy: ¡NO MAMA! Por Dios, confía en mí.*lanzo su pan al plato y se paro para irse*

Madre: ¿No terminarás?

Amy: No, se me fue el apetito, adiós.

Salio de su casa y empezó a caminar a la reja, con lo furiosa que estaba no sintió que ya había salido y estaba en la parte de afuera de su residencial. ¿Por qué su madre era así? ¡Ash! La estresaba tanto. Iba tan preocupada en eso que no pensó en el tema de Sonic y la pintura, mientras caminaba y regañaba alguien la cogió por la espalda, se asusto pero reconoció ese aroma. Era el de Sonic, el mismo de esa noche, esa noche con ese gran y perfecto sueño. Se sintió feliz al inicio pero muy preocupada segundos después, con todos los problemas con su madre no había pensado como responder si es que él seguía insistiendo en preguntar, se dio la vuelta y sus sospechas fueron confirmadas. Era el perfecto chicos con ojos verdes aún más perfectos, le dedico una sonrisa y empezó el dialogo…

Sonic: ¡Hola Amy! ¿Que tal?

Amy: Hola Sonikku, ¿que haces por aquí? ¿Tú no vas al colegio por otra calle?

Sonic: Sí pero vine a comprar un bolígrafo que me hace falta para el colegio, estaba saliendo de la tienda y te vi así que pensé que podríamos ir juntos, ¿te molesta?

Amy: Claro que no…

Empezaron a caminar, todo iba bien, faltaban como 20 minutos para llegar a la escuela. Él no había mencionado nada de la pintura pero sabía que lo haría, aún no tenía respuesta y tampoco una excusa para evadir ese cuestiona miento, estaba en graves aprietos, tenía que ingeniar un plan y tenía que hacerlo ahora.

Seguían caminando, solo caminando, por un lado le tranquilizaba porque sabia que sin ningún indicio de palabra Sonic no le diría nada. No parece el tipo de personas directas pero por el otro lado le desesperaba tener al lado al chico de sus sueños y no poder decirle nada, ¿como solucionar esto? Prefirió quedarse callada y seguir pensando en como responder si él le preguntaba algo, solo mirar al frente y pensar, era lo que quedaba. Estaba tan concentrada en eso, en como responder, que no se dio cuenta que si seguía caminando en esa dirección se encontraría con un gran charco de agua acumulada de la lluvia de esa noche, aun no lo notaba y faltaban solo 15 metros para caer ahí y empaparse de pies a cabeza. A medida iba avanzando, faltaba menos, ya solo eran 10 metros, ahora 9, 8, 7, 6, 5… Faltaba poco y fue ahí cuando Sonic le dijo ¡CUIDADO! A lo que respondió con un vacío ‘‘¿con que?" Y de un momento a otro sintió como estaba a punto de sumergirse en esa agua turbia pero así como le advirtió, ese chico que tanto le encantaba la salvo cogiéndola de las caderas y pegándola hacia el para evitar que se moje. Estaba asustada así que lo abrazo agradeciéndole por salvarla, no sabia porque, o bueno sí lo sabia. Amaba estar así con Sonic, amaba que él la abrazara, la hacia sentir bien, la hacia sentir a salvo, protegida. Seguía agradeciéndole con su rostro en el pecho de Sonic, percibiendo su aroma, el mismo de aquella noche, el mismo que le había hecho tener el sueño más grande de todos, el más perfecto, el más real, el más todo, porque era así, el sueño lo fue TODO. Ese momento era perfecto hasta que Sonic la aparto de él y dijo…

Sonic: Ay pequeña, ¡TE LO ADVERTÍ! ¿Por qué no te moviste?

Amy: Lo lamento, lo vi tarde.

Sonic: No me imagino que hubiera pasado si yo no hubiera estado aquí, para este preciso instante estarías bañada en agua de charco -dijo riendo-

Amy: Cállate Sonic y deja de reírte, no es gracioso.

Sonic: ¡Vamos Amy! Debes admitir que si lo es.

Amy: Puede ser, pero no pasó, estuviste aquí para salvarme.

Sonic: ¿Y que pasará cuando no este?

Amy: Eso no pasará, siempre estarás aquí para ayudarme y salvarme, por eso eres mi superhéroe.

Sonic: ¿Su-superhéroe?

No lo podía creer, ese momento era tan perfecto que lo había confundido con uno de sus sueños, le respondió al Sonic de sus sueños, el que estaba enamorado de ella, no al de vida real que solo la veía como una amiga. No le había dicho nada de la pintura pero con lo que dijo solo hizo todo mas difícil, solo empeoro la situación, sabia que ya era tarde, ya había metido la pata hasta el fondo, ahora si que no había tiempo. Solo pudo decir…

Amy: ¿Ah? No nada, una tontería.

Sonic: ¿Tontería? Explícamela de todos modos.

Amy: No quiero.

Sonic: Oh Amy, claro que lo harás, me explicaras eso y algo sobre una de tus pinturas.

Amy: *muy nerviosa* ¿U-una pintura?

Sonic: Sí, una pintura.

Tenia a su superhéroe mirándola directamente a los ojos, preguntándole porque lo llamaba así y a punto de preguntarle si el de la pintura era el. Aun no tenía el plan, ni la menor idea de como responder. ¿Iba a decirle la verdad? A esta altura parecía la única opción. 

La seguía mirando con esos ojos llenos de duda, sus perfectos ojos verdes la miraban tan fijamente que creía que se desmayaría, todo el peso de su mirada estaba dirigido hacia ella y Amy solo tenía temor en la suya. Tuvo tres segundos más de tensión antes de que Sonic pregunte…

Sonic: Y bien Amy, ¿me puedes explicar?

Amy: ¿Qué cosa? -respondió haciéndose las desentendida-

Sonic: Lo de “superhéroe” ¿Por qué me llamas así? O mejor dicho ¿Por qué me consideras eso?

Amy: Porque…. Airgh, ¿te molesta?

Sonic: No, no es eso, es solo que quiero saber. ¿A ti te molesta explicármelo?

Amy: No, bueno, tal vez un poco.

Sonic: Pero, ¿por favor puedes hacerlo?

Amy: De acuerdo, te llame así por lo que hiciste ayer y con lo que acabas de hacer. Simplemente eres como un superhéroe.

Sonic: Oh Amy, eres muy tierna pero no me llames así, solo hice lo que tenía que hacer.

Amy: Sí, lo sé, perdón.

Sonic: No me pidas perdón.

Amy: Esta bien.

Sonic: Cambiando el tema, acerca de tu pintura…

Amy: ¡Oh! Mira, *le enseña su reloj* nos queda poco tiempo, llegaremos tarde al instituto. Camina rápido Sonic. -Dijo interrumpiéndolo y tratando de evadir esa pregunta-.

Sonic: *Empezando a caminar o más bien a perseguirla* Esta bien pero es solo una pregunta.

Amy: Me la dices luego, ahora apurémonos -dijo tratando de conseguir más tiempo-.

Sonic: *la alcanza con su velocidad súper sonica y se planta en frente de ella* Solo quiero saber si el de la pintura soy yo.

Maldijo al cielo, no lo consiguió, no consiguió más tiempo, él ya le había hecho la pregunta. ¿Qué le dirá? ¿“Oh Sonic, es cierto, eres tú y estoy enamorada de ti”? No era una opción, decir la verdad tampoco lo era, tampoco tenía excusas, ¿qué quedaba? La última alternativa, negarlo todo, así que dijo…

Amy: Sonic, ¿por qué lo dices?

Sonic: Pues verás, el chico de tu pintura se parece mucho a mí.

Amy: ¿Podrá ser posible? ¿Acaso eres tan ególatra? (es un narcisista xD)

Sonic: ¿Ah? ¿Por qué?

Amy: Solo porque tenga un pequeño parecido a ti no quiere decir que seas tú, recuerda que antes de ayer casi ni nos hablábamos, ¿por qué te dibujaría? Y si lo hacíamos era porque estabas todo el tiempo detrás de Sally.

Oh por dios, ¿por qué dijo eso? ¿Era tan estúpida? Metió a Sally, eso le dolería, lo sospechaba y lo confirmo cuando él empezó a caminar y dijo…

Sonic: Oh sí, Sally…

Amy: Lo lamento Sonic, no debí mencionarla, estropee todo, si no quieres volver a hablarme lo comprenderé.

Sonic: No seas tonta pequeña, no dejaría de hablarte por eso, es más, estoy pensando que siempre te sientas con Sal y como están algo peleadas dudo que se sienten hoy juntas. ¿Por qué no nos sentamos juntos?

No lo podía creer, era estar todo el día, casi 8 horas al lado del chico de sus sueños. Viéndolo ser, viéndolo preguntar, reír, hacer sus típicas bromas y sin dudarlo acepto diciendo…

Amy: Que bonito gesto Sonic, me parece una perfecta idea.

Sonic: Listo, pero caminemos rápido que si no, no llegamos a sentarnos juntos, no llegamos ni a clases. -dijo riendo-

Amy: *Empezando a reír* Esta bien Sonic, caminemos.

Iban caminando y en todo ese lío en el que la salvo se le volvieron a desatar los cordones, como el día de ayer cuando se cayo por segunda vez. ¿Cómo no lo noto? Empezó a caminar y se cayo, esta vez no se golpeo la cabeza, claro que no, se torció el tobillo, no podía ni pararse. ¿Cómo haría? La mejor opción era volver a casa pero no quería perderse ese día con Sonic. Mientras se frotaba la parte superior del pie, sintió como alguien la elevaba, era Sonic, ¿de nuevo la cargaría? Era imposible, ¿no pensara mal? ¿No pensará que ya lo hace a propósito? Antes de seguir con esto Sonic le dijo…

Sonic: ¡Por dios Amy! Tienes que agradecer que sea atlético porque si no, no podría cargarte tantas veces, pero, ¿qué pasa? ¿Eres así siempre? ¿Siempre te caes? Pobre de ti.

Amy: No es gracioso Sonikku y ya bájame, puedo ir sola.

Sonic: Esta bien, perdón. ¿Estas segura de que puedes?

Amy: Claro que lo estoy.

Ni bien la bajo chillo del dolor que sintió en el tobillo. Era tarde así que se resigno a no tener ese día con el chico de sus pinturas y dijo…

Amy: Sonic, ve al colegio, yo me regreso a mi casa.

Sonic: Oh no, claro que no, hoy tenemos examen de algebra y no te lo vas a perder.

Amy: Pero no llegaremos a tiempo y será peor, ambos lo perderemos.

Sonic: Claro que llegaremos a tiempo, solo que voy más rápido si te cargo en la espalda, ¿puedes subirte?

Amy: Vamos Sonic, es absurdo, déjame ir.

Sonic: No lo haré, ¿puedes? -Dijo insistiendo-

Amy: Eso creo.

Sonic: Esta bien, te subes a la cuenta de tres, 1,2,3…

Subió, claro que subió, el empezó a correr usando su velocidad súper sonica y sentía como daba saltos en su espalda con cada paso apresurado que ese chico que tanto le gustaba daba, empezaba a sudar, a respirar agitadamente. De cierta manera esto le hacía desearlo más, pero debía controlarse, estaban a punto de llegar y sonó la campana. Sonic aceleró y lograron entrar antes de que cerraran la puerta, ahora sí que estaba en grandes líos. Estaban frente a sus compañeros y su maestro, ambos sudados y el cargándola, ¿qué pensarían? No le importó, volteo a ver a Sally, tenía odio en la mirada, ¿o sería envidia? No lo sabía, él la bajo y la hizo rodearlo con el brazo para que se apoye y no le duela caminar. Era tan tierno, su superhéroe al rescate de nuevo. Estaban a punto de pasar a sentarse juntos, sí, JUNTOS, esa idea le encantaba pero Sally los interrumpió a mitad de pasillo y dijo….

Sally: Sonic, ¿no quieres sentarte conmigo?

Cuando oyó esto rogó que Sonic dijera que no, que cumpliera con lo que le había ofrecido, lo vio a los ojos y el vio a los de ella. Sintió que esta vez diría que sí, solo faltaba que él diga un monosílabo, un “si” o un “no”, de eso dependía su situación sentimental en ese momento, de esa respuesta dependía si iba a poder seguir en pie o no y no era por lo de su tobillo, era por algo más intenso, algo interior, algo nuevo que no había experimentado jamás. Habían pasado 5 segundos y el no respondía pero ella ya creía saber la respuesta…


Otros segundos más, no aguantaba, él no respondía pero se miraba tanto con Sally que estaba a punto de creer que se iban a comer con los ojos. Fue de pronto, fue rápido, de la nada Sonic respondió y Amy murió por dentro…

Sonic: Sí.

Sally: *mirándola* ¿En serio, Sonikku? Ven aquí. *hizo señal al sitio vacío al lado de ella*

Estaba por separarse de él e irse a sentar sola a la esquina de la clase, no tenía ganas de nada, después de todo Sally siempre ganaría. ¿Cómo lo dudo? Sonic está loco por ella, no declinaría a esa oferta. ¿Por qué pensó que lo haría? Si tan solo ayer estaba rogando por hacerlo, en ese momento recordó esa mirada, esa maldita mirada de desprecio que le mando ayer después de que se sentara con su “mejor amiga”. Le dolió más que su tobillo, le dolió mucho más, estaba por sacar su brazo del hombro de Sonic para alejarse de ahí pero Sonic la sujeto por la cintura y dijo…

Sonic: No Sally, ¿puedes dejarme terminar? Sí, claro que me sentaría contigo pero no puedo, tengo una mejor oferta en pie y la verdad estoy notando que eres bastante aburrida y a mí me gusta divertirme. Que tengas un gran día. *terminó con una gran sonrisa*

Le volteo la cara y jalo a Amy con él al asiento de atrás donde había espacio para dos, todos estaban asombrados y ella mucho más. Primero todo lo que hizo ayer, hoy la llevo cargada al colegio, no le importó que lo vieran por las calles y todo el salón de clases con ella en la espalda y como si esto no fuera suficiente, ¡RECHAZO A SALLY POR ELLA! ¡DE NUEVO! O sea era Sally, la chica que todos deseaban, cualquiera hubiera querido que ella le ofrezca eso, sentarse con ella todo el día. Se lo ofreció a Sonic, a Sonic Maurice, a su superhéroe y él dijo que no por ella. ¡Sí! ¡Por ella! Tenía ganas de llorar pero no lo hizo, Sally la miraba de manera perturbadora, no sabía si era odio o envidia, no quiso averiguarlo así que empezó a caminar con Sonic apoyándose en el. Amy ya se había dado cuenta de cómo era realmente Sal, felizmente Sonic también. Lo que le aturdía es que todo fuera tan rápido, en 24 horas había perdido a su amiga de 4 años y todo por un chico, tal vez para ella no signifique mucho pero para Amy Sonic era más que “solo un chico” y mucho mas ahora que la salvo y la respeto. Respeto el trato que tenían, debía agradecerle…

Amy: Gracias Sonic.

Sonic: ¿Por qué?

Amy: Por eso, por lo que acabas de hacer.

Sonic: ¿Qué cosa? ¿Cumplir con mi palabra?

Amy: Pudiste ir con Sally pero no lo hiciste, ¿por qué Sonic?

Sonic: Es simple pequeña, parece extraño ¿verdad? Apenas ayer me moría por ella y hoy no quiero ni verla. Es porque las cosas pasaron muy rápido, estoy seguro de que a ti también te chocaron, me di cuenta que Sally no es la chica que creí.

Amy: Pero Sonikku…

Maestro: Rose, Maurice, callados.  -Dijo interrumpiendo-

Ambos asintieron, era clase de literatura, el maestro más molesto que les ha tocado este año, sabía que no podría hablar con Sonic a esa hora. Luego venía el maestro de matemáticas, después del incidente de ayer prefería no hablar, debía aguantar hasta el almuerzo. El maestro estaba explicando cualquier cosa en la pizarra, no sabía de que se trataba, no podía concentrarse con Sonic al lado así no lo mire. Su simple aroma la hacía soñar, imaginar cualquier cosa fuera de la realidad, donde él y ella eran muy felices, ese aroma, el mismo de la casaca, el mismo de esa mañana cuando la saludo temprano, el mismo que sentiría por los próximos días. Sí, estaba segura, no sabía por qué pero estaba segura de que los próximos días estarían llenos de Sonic, de su superhéroe, del chico de sus pinturas. Volteo a verlo y él estaba mordiendo su lápiz, se podría decir que se veía muy sexy haciendo eso, la hacía desearlo, desearlo más de lo normal. No podía parar de verlo, ¡estaba en plena clase, no podía besarlo! Y esa no era la única razón, la otra era que si lo hacía Sonic sabría que se moría por él y perdería su amistad así que amablemente le pidió que se detuviera…

Amy: Sonic, ¿puedes dejar de hacer eso?

Sonic: ¿Que cosa?

Amy: Morder tu lápiz.

Sonic: ¿Por qué?

Amy: Me incomoda.

Sonic: Simplemente no veas pequeña, es una manía.

Amy: Esta bien, lo toleraré.

Sonic: ¿Sabes qué? No, tienes razón, se debe ver horrible. -Dijo dejando el lápiz sobre el escritorio y volviendo a prestar atención-

Claro que no se veía horrible, se veía demasiado bien. Volteo a verlo y ahora era peor, ¡SE ESTABA MORDIENDO EL LABIO INFERIOR! Algo así como rascándolo con sus dientes, se veía tan “asdfghjklñ” en ese momento, no había forma de explicarlo. ¿Ahora que le diría? “¿Puedes dejar de hacer eso que me haces desearte?” ¡JÁ! No era opción, él tenía una manía con los labios, con los dientes, con la boca, no podía tenerla tranquila y estaría con el todo el día, ¿podría soportarlo? ¿O lo besará para el final de las clases? Más valía que se controlase o perdería su amistad pero él era el chico de sus sueños, soportar sería muy difícil y lo peor de todo es que mientras pensaba esto no paraba de ver sus labios, como se movían de atrás hacía delante de forma sexy entre sus perfectos dientes. Oh por Dios, ¿cómo iba a aguantar casi 8 horas más? Si en ese preciso instante quería lanzarse sobre él y besarlo. Fueron 2 segundos, 2 malditos segundos los que le costó voltear la cara a Sonic y ver que sus ojos estaban posados fijamente en sus labios. Amy se sonrojo y desvío la mirada pero ya era tarde, Sonic le pregunto…


Sonic: Amy, ¿que es lo que ves? -En tono pervertido-

¿Y ahora? ¿Que le respondería? Tenía que averiguarlo y tenía que ser una respuesta que no le haga sentir incomoda el resto del día, busco en su cerebro y no había respuesta. ¿Por qué era tan tonta? Siempre se delataba sola o le pasaba algo vergonzoso, tenía que aprender a parar de hacer eso.

El seguía mirándola de esa forma tan pervertida, no lo podía ver a los ojos, lo intento y le levanto las cejas como insinuando algo. Se sentía nerviosa, ¿estaría sudando? Paso su mano por su frente y al verla llena de agua confirmo que era así, no tenía espejo pero sabía que estaba tan colorada como un tomate. Debía arreglar otra vez otras de sus estupideces así que dijo…

Amy: Nada, no miraba nada.

Sonic: Oh, claro que lo hacías -Dijo mordiéndose el labio-

¿Acaso quería matarla? No pudo evitar verlo mientras se mordía el labio como refiriéndose a que hace unos minutos estaba viendo eso. Lograba ponerla demasiado nerviosa, tenía que evitar que siga…

Amy: No veía nada Sonic, no me fastidies.

Sonic: Me dices que veías o te ataco a cosquillas (hice un verso sin mayor esfuerzo xD). 

Amy: No lo harías, estamos en clase.

Sonic: ¿Eso es un reto? -dijo acercando los brazos a su estomago-

Amy se corrió un poco en el asiento para alejarse de él pero olvido lo de su tobillo, cuando lo hizo la parte superior de su pie se golpeó con la pata de el escritorio. Grito pero se tapo la boca justo a tiempo para que nadie la escuche, nadie excepto Sonic que paso de estar bromeando a estar preocupado. Le acaricio la mano logrando ponerla muy nerviosa y erizándole la piel, luego de hacer eso dijo con voz de arrepentimiento…

Sonic: Lo lamento Amy, no era mi intención que te golpearás, ¿te duele demasiado?

Amy: No, estoy bien.

Sonic: Oh, claro que no, te golpeaste por mi culpa, ¿como pude ser tan tonto? Perdón, en serio.

Amy: No te preocupes Sonic, nada paso.

Sonic: ¡Claro que sí! Déjame poner tu pierna en alto.

Empezó a acomodar bien unas cosas en su maleta y la coloco bajo su pierna, verlo ahí con la cabeza gacha bajo el pupitre, acomodando su pierna para hacerla sentir mejor, esto le hacía estremecerse. Tenía ganas de cogerlo por el rostro, darle las gracias por todo y besarlo pero no lo haría, no era tiempo, las cosas seguían muy recientes así que espero a que terminara para oírlo decir…

Sonic: ¿Y? ¿Está mejor pequeña?

Amy: *mirando su pierna* Sí, algo. 

Sonic: ¿Algo?
 
Amy: No, está bien, está bien.

Sonic: Si algo te molesta, solo dímelo.

Amy: Esta perfecto.

Claro que no lo estaba, esa maleta no le ayudaba, fuera de eso le lastimaba. Las esquinas de los libros le hincaban pero ¿cómo iba a decirle que no quería esa maleta ahí? ¿Como iba a hacerlo después de todo lo que le había costado ponerla? Solo debía aguantar pero al parecer se notaba el dolor en su cara porque Sonic la miró y dijo…

Sonic: No, no. No estás para nada cómoda, dime ¿que es lo que pasa? ¿Te duele? ¿Qué es? Dame una pista, pequeña.

Amy: No es nada, está perfecto.

Sonic: No me mientas, si te lastima será mejor que te lo quite, date cuenta.

Amy: Bueno, sí. Los bordes de los libros me lastiman un poco.

Sonic: Oh, es cierto, ¡los libros! Que estúpido soy. -Dijo sacando la maleta-

Amy: No, no. No lo eres, solo lo olvidaste, es imposible que te llames estúpido a mi lado. ¿Acaso olvidas todas mis caídas?

Sonic: Jajajaja, tienes razón.

Amy: Si, muchas gracias de todos modos.

Sonic: ¿De todos modos? Déjame pensar cómo poner esa pierna en alto.

Amy: No Sonikku, no te preocupes.

Sonic: No, claro que me preocupo, en parte es mi culpa *3 segundos después* ¡Oh!¡Ya sé!

Amy: ¿Qué cosa?

Sonic: Ya sé cómo poner tu pierna en alto.

Amy: ¿Cómo?

Sonic: Poniendo tus piernas sobre las mías.

Amy: Pero, ¿aquí? ¿En clase? -dijo temerosa-

Sonic: Sí, nada pasará, estamos al final del salón, nadie nos verá.

Amy: Pero Sonic, ¿estás loco?

Sonic: Claro que no, intentémoslo.

Amy: Claro que no.

Sonic: ¡Eh! ¡Basta! No acepto un negativo como respuesta. -dijo tomando las piernas de Amy entre sus manos-.

Amy: Esta bien, supongo que me ayudará. -Dijo cuando sus piernas ya estaban acomodadas sobre las de Sonic-

Sonic: Claro que sí pequeña. -Dijo acariciándole las mejillas-

Ese simple gesto la hizo estremecer, pensar que a lo mejor un futuro con Sonic en el que él sea su esposo no era tan fantasioso como creía, no era tan irreal. Ese momento era perfecto, nada podía arruinarlo excepto una persona, SALLY. Y para su mala suerte ella lo había visto todo, desde la maleta hasta la caricia, no lo había notado pero lo noto cuando volteo a ver la clase y se encontró con sus ojos llenos de furia, de envidia, de coraje, no sabía bien que era pero le hacía sentir victoriosa. Estaba prestando atención pero Sonic volvió a iniciar, empezó a morder el lápiz de nuevo, ya no le diría nada pero era el chico de sus sueños cargando sus piernas sobre las de él y ella viéndolo morder un lápiz de una forma tan sexy que desesperaba, lo peor era que él lo hacía inconscientemente, no adrede. Sentía su aroma, el mismo de la casaca, de esa perfecta casaca azul. ¿Aguantaría 8 horas más con el? O para ser más específica, ¿aguantaría estar cerca de él las próximas horas, los próximos días y tal vez las próximas semanas teniendo ganas de besarlo y confesarle su amor sin poder hacerlo? Parecía difícil, pero también la única opción.